Recuerdas esa sensación de viajar? Justo después de que el avión aterriza y todo el mundo ya está de pie, esperando que se apague el cartel del cinturón. Esa mezcla de 50% cansancio, 50% emoción y un toque de “realmente preparé todo?”.
Sabes que estás a punto de vivir aventuras: vistas inolvidables, charlas improvisadas en inglés roto y desvíos raros que terminan siendo lo mejor del viaje.
Cuando pensamos en el próximo destino, hay mil opciones. Ir a un lugar barato? A uno hermoso? Con buena comida y WiFi decente? Ojalá sea todo eso.
Para esta lista, preguntamos a los viajeros más experimentados de nuestro equipo cuáles fueron los lugares que más los marcaron. Lugares que volverían a visitar sin dudarlo.
Esto fue lo que dijeron…

1. Japón
Paz interior, tradiciones curiosas y comida brutalmente buena
Japón se mete debajo de la piel en el mejor sentido. Crees que estás listo, pero no. Un momento estás probando snacks raros en una máquina expendedora en Tokio, al siguiente estás tomando té en un bosque de bambú en silencio total.
La comida: inigualable. Sushi en cinta transportadora que se vuelve obsesión. Ramen humeante que desaparece en minutos. Y sandwiches de huevo de konbini que superan cualquier cosa que hayas preparado.
Más allá de Tokio y Kioto, aventúrate a pueblos como Takayama o Nara. Ahí es donde ocurre la verdadera magia (sobre todo en invierno, cuando huele a cedro y puedes ver monos de nieve).

2. Portugal
Para los que buscan playas y platos grandes
Lisboa está llena de música callejera y tranvías viejos. El barrio antiguo es relajado, auténtico; hasta las estatuas parecen estar listas para tomar vino.
Portugal es amable con el bolsillo. Más barato que gran parte de Europa Occidental, con mejor café y menos multitudes (según a dónde vayas). El Algarve tiene playas doradas y pueblitos pesqueros, mientras que Oporto vibra con un encanto nublado y un pastel de nata en mano.
El país se mueve lento. Las comidas se alargan. Los paseos se convierten en deambulaciones. Vas por un café y acabas mirando el mar tres horas. Nadie te apura.
Perfecto para amantes de la playa y exploradores tranquilos. Si tienes suerte, descubrirás olivares escondidos o senderos costeros increíbles.

3. Corea del Sur
Tecnología, templos y pollo frito a las 2 am
Seúl te golpea como un energético. Ruidoso, rápido y perfectamente organizado. El metro te hace sentir eficiente, aunque comas helado a las 4 am fuera de un 24/7.
Después subes una colina y todo cambia: templos budistas bajo pinos, incienso flotando y un silencio absoluto. Te olvidas de los 9 millones de personas.
La comida: tteokbokki que te hace toser por la velocidad con la que lo tragas. Fideos fríos que sorprenden. Barbacoa coreana que te convierte en fan eterno. Y el pollo frito… sí, vale la fama.
Fuera de Seúl, hay aguas termales, cafés art deco, senderos de montaña y pueblos tranquilos. Una mezcla perfecta de moderno y tradicional.

4. Argentina
Paisajes inmensos y asados aún más grandes
Argentina se extiende en todos los sentidos. Desde el norte subtropical hasta las cumbres heladas del sur.
Buenos Aires vibra con calles de adoquines, librerías escondidas en teatros antiguos y cenas que empiezan a medianoche. Cultura vibrante y noches infinitas.
Y Patagonia… ahí despiertas, tomas un café y caminas directo a paisajes que te saturan la mente: cielos infinitos, vientos que te sacuden y cóndores evaluando tu paso.
Perfecta para road trips, actividades al aire libre y momentos de silencio absoluto. Aunque, eso sí: una eSIM de viaje te salva si necesitas buscar un hostel en Bariloche o consultar un mapa.

5. Jordania
Ruinas antiguas y silencio del desierto
Jordania sorprende. El té es dulce, la gente aún más.
Petra es el gran imán, y con razón. Patrimonio de la Humanidad que pone la piel de gallina. Ese pasillo del Siq… inolvidable.
Wadi Rum parece Marte, pero con hummus y sin casco. Perfecto para amantes de la historia y las estrellas. Pero no esperes señal completa ni WiFi potente: mejor tener tu eSIM lista para presumir fotos de camellos al atardecer.

6. México
Gastronomía que cambia tus estándares
México no pide tu atención, la exige. Colorido, ruidoso y profundo.
Comerás tacos bajo luces de feria en CDMX y verás burros paseando por pueblos como si fuesen candidatos a alcalde.
La comida: tortillas frescas, salsas que despiertan, frutas imposibles de dulces. Pensabas que los tacos eran solo un snack, hasta que visitas una taquería en hora punta.
Cada ciudad cuenta una historia distinta. Oaxaca es pura magia. Los pueblos chicos ofrecen experiencias más auténticas que muchas capitales europeas. Déjate llevar.

7. Georgia (el país)
Vino, montañas y caos encantador
Georgia es todavía un tesoro escondido. Excede expectativas, y luego hace un giro inesperado.
Tiflis es como una novela sin terminar. Balcones de colores, graffitis, bares de vino subterráneos. Gente que brinda por cualquier cosa: el clima, tu cara, la amistad.
Svaneti ofrece caminos locos y vistas que valen cada curva: torres medievales, vacas dormidas y picos nevados.
Si buscas algo diferente, este país es un jackpot viajero.

8. Sri Lanka
Colinas de té, trenes y aventuras costeras
Sri Lanka ofrece mucho por menos de lo que crees.
Un día andas en tren oxidado entre arrozales y colinas, al siguiente te bañas en playas llenas de monos. La comida: sencilla y picante. Egg hoppers al amanecer, dhal con todo y mangos de postre.
Kandy y Ella son perfectas para paseos lentos y mañanas tranquilas. Si te gustan las cascadas, tirolesas o ver elefantes: el interior te espera.
Abraza el caos y lleva tu eSIM lista antes de que un mono te robe la mochila.

9. Turquía
Comida callejera, brisas marinas y gatos entrometidos
Turquía regala experiencias. Estambul es un desfile de sentidos: castañas asadas, ferris bocinando, café que te manda al espacio.
Museos de clase mundial, ruinas convertidas en bares, comidas imposibles de pronunciar pero inolvidables.
En el sur, Kaş y Fethiye son playas tranquilas. Capadocia es puro cuento: globos al amanecer y valles mágicos.
Entre ruinas y gatos que te roban el desayuno, Turquía engancha.

10. Filipinas
Saltar de isla en isla sin gastar una fortuna
Filipinas no es un destino, son más de 7,000. Cada isla tiene su personalidad: relajada, fiestera o como un set de película abandonado.
Palawan enamora. Bohol encanta. Siargao es pura hamaca y tablas.
Playas, karaoke nocturno y nadie sabe qué día es. Hay arrecifes, playas solitarias y barcos esperando.
El WiFi falla, los ferries llegan tarde. Pero las vistas borran todo estrés. Y si tienes suerte, vuelves con un moreno épico y un amigo llamado JR que tiene tres barcos y un bar sin jukebox.
Otros destinos míticos: Menciones especiales de ZenSim
Difícil reducir a solo diez. Algunos clásicos merecen mención:
- París, Francia - cliché, sí. Pero un picnic bajo la Torre Eiffel sigue siendo mágico.
- Isla Sur de Nueva Zelanda - montañas, lagos y ovejas. Paisajes que humillan tu cámara.
- Dubái, EAU - excesivo, caluroso, fascinante. De centros comerciales a teterías escondidas.
- Bali, Indonesia - hype eterno, pero cumple. Olor a incienso y templos a cada paso.
- Territorio del Norte, Australia - árido, enorme, puro. Atardeceres inolvidables.
- Gran Cañón, EE. UU. - siempre impactante, aunque ya lo hayas visto mil veces en fotos.
- Barcelona, España - tapas, plazas, arte y caos encantador.
- Banff, Canadá - lagos imposibles de azules y montañas que parecen filtros de Instagram.
- Patrimonios de Italia - ruinas, pasta, costas perfectas. Un país que sabe presumir.
- Auroras boreales, Noruega - frío, espera eterna. Pero cuando aparecen… magia total.
Las listas de destinos nunca terminan. Siempre hay una próxima aventura.
Antes de reservar
No hace falta tachar los diez. Elige uno. O ninguno. O inventa el tuyo.
El mundo es grande, caótico, amigable. A veces terminas bajo la Torre Eiffel, a veces en un tuk-tuk sin rumbo. De cualquier forma, vale la pena.
Solo no olvides tu eSIM de viaje ZenSim antes de subir al avión. No evitará un bus perdido ni una quemadura de sol, pero sí te salvará para cargar el mapa cuando más lo necesites.

Written by Holly Grace Callis
Redactora independiente, gran fan de las margaritas picantes.
Holly es nuestra nómada digital residente que ha hecho de las playas de México su hogar. Normalmente la encontrarás en algún rincón de América Latina escribiendo sin parar sobre lugares ocultos de Europa o sobre cómo sacarle más provecho a tu eSIM. Después de todo, no es vida nómada si no se comparte en Instagram.
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